Se negó a volver a Boca y su destino parecía estar en Brasil, pero todo quedó en la nada. El destino de Juan Román Riquelme es todavía una incógnita, a tal punto que él mismo no tiene en claro su futuro deportivo. Sin embargo, no se desespera por volver a las canchas. "No extraño mucho el jugar a la pelota y estar en los vestuarios”, reveló el 10 en en diálogo con Fox Sports Radio del Plata.
“Voy a ver lo que hago. Si tengo que quedarme con la vida que tengo, hoy estoy más que contento, viviendo con una tranquilidad enorme y una paz increíble”, aseguró Riquelme, quien no se arrepiente de haberse ido del Xeneize a mediados de 2012: “He tomado una buena decisión, porque al semestre siguiente a Boca no le fue bien. Yo ya no tenía más objetivos, no me cambiaba nada, era lo mismo para mí”.
Consultado sobre su futuro como jugador, Román declaró que "todo puede pasar”, aunque admitió que hay otros inconvenientes de por medio: “Tengo en claro que tengo hijos grandes y ya no es una decisión fácil para mí como hace diez años". Sin embargo, dejó la puerta abierta para volver al fútbol local: "En Argentina sólo podría jugar en Argentinos, porque salí de ahí, o en Tigre, por la simpatía que le tengo".
Por otra parte, se refirió su actuación durante los años que estuvo en Boca: “El sentimiento que tengo con el club es muy grande. Creo que ningún jugador tuvo la presión y el compromiso que tuve yo con los colores de un equipo. Jugué como jugador y como hincha”.
A la hora de referirse al presente de su ex club, Riquelme no se guardó nada y fue muy crítico con la situación del equipo: "La mayoría de los jugadores tienen 30 años. Ledesma, Somoza, Erviti, Silva, todos tienen que tener más protagonismo. Hoy el protagonismo lo tiene un pibe de 18 años (por Paredes) y no los más grandes. Todo al revés”. Y agregó: "Boca hoy no tiene referente. En toda la pretemporada apostaron quién iba a ser capitán, y la capitanía en Boca se gana".
Por Clarín.
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