La travesía fatal se produjo el 3 de enero pasado, bajo la supervisión de un instructor, como parte de una actividad que se paga menos de diez euros y que consiste en rodar dentro de una pelota transparente de unos 3.5 metros de diámetro.
Denis (27 años) y Vladmir (33), de la ciudad rusa de Piatigorsk, aceptaron el desafío de festejar la llegada del año a pura adrenalina y no dudaron en lanzarse por una pendiente, en la que la que se rueda unos 100 metros.
Sin embargo, la bola gigante salió de la pista, siguió rodando hacia abajo de la montaña, golpeó contra rocas y cayó sobre unos acantilados.
Los cuerpos de los jóvenes fueron encontrados más tarde en la orilla de un lago congelado, en una zona rodeada de bosque y de difícil acceso para los equipos de rescate.
Vladimir sufrió una conmoción cerebral y lesiones menores. Pero Denis terminó con una fractura por compresión de la columna vertebral y murió en el camino al hospital.
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